El cementerio
Recuerdo cuando me miraste asustado y dijiste "Vámonos de aquí". Recuerdo cuando tus dedos huesudos atraparon mis manos y dijiste "Vá-mo-nos-de-a-quí". Quise pensar que no lo decías en serio; que las tumbas estaban cerradas, dijiste. Que no había peligro, dijiste. Recuerdo cuando aún me mirabas, asustado, y no decías nada. Y es que nunca dirás nada. Los muertos te cortaron la lengua.