Every man dies, but not every man really lives
Yo no estoy preparada para eso que llaman amistad, prácticamente ni sé qué es eso, por desgracia. Puedo morir de tristeza en el intento de alcanzarla algún día y, sin embargo, me gustaría comenzar esa gran aventura. Una aventura llena de peligros, pruebas y verdades, llena de mentiras, engaños y desgracias, de alegría y confianza, de llanto y de tristeza, de decir no a la soledad eterna. Tantas cosas ocultas bajo la misma tela que asusta, un mosaico construido con mil piececitas pequeñas que no están bien pegadas del todo y necesitan revisión de vez en cuando para no perder ninguna con el paso del tiempo. Eso es lo que quiero yo. Iniciarme en ese mundo gigante lleno de quebraderos de cabeza y preocupaciones. Porque ellos lo merecen y siempre lo harán. O quizá no. Quién sabe. Yo, desde luego, no. Y nunca lo haré. Pero para poder ganar hay que arriesgarse, al igual que sabemos que si jugamos con fuego podemos quemarnos. Merece la pena.