Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2013

Morado eres tú

Quiero regalarte palabras bonitas en una caja cerrada con un lazo de color morado. Y que ese lazo puedas quitarlo y ponértelo en el pelo. En tu pelo de color morado. Porque eres lavanda, Tinky Winky y una berenjena. Porque eres Morado. Porque eres Irene y eso es mejor que todo lo demás. Creo que eres la única Irene que ha pasado por mi vida que quiero que se quede en ella. Al menos un poquito más que las otras Irenes que han pasado o que están pasando por aquí.  "Por aquí", como si mi vida fuera un lugar que visitar, como si fuera una calle. La calle "Mi vida". ¿En qué portal vives? Que quiero ir a buscarte para ir a los columpios a reírnos y a inventar canciones. Porque los días son grises, pero nosotras no. Porque tú eres Morado. Y yo... yo no sé qué soy. Ni siquiera sé si soy. Pero eso no importa.

Pequeños detalles

Hoy me apetece tanto no ser que no sé cómo no hay ocho cuchillos desgarrándome por dentro. O puede que sí los haya. Yo qué voy a saber, si no sé nada. Si no sé a nada. Seamos partitura, viento y calma, pero vida no, por favor. Cualquier cosa menos eso. Cualquiera.

Es absurdo, pero es que la mayor parte de la vida es así

A veces me siento estúpida, casi cuerda. Pero luego recuerdo que estoy loca y todo vuelve a la normalidad. "Locura" como sinónimo de "normal". Qué absurdo todo. Qué absurdos el todo y la nada, tan opuestos y necesarios. Suenan tantas voces en mi cabeza, y ninguna de forma literal y clara, que no sé si es que estoy loca o si deseo estarlo. Necesidad de locura, falta de interés. Menudo sinsentido que es el mundo  y cuántas tonterías he escrito en un momento.

Para uno la libertad puede ser estar bien atado a una silla

Creo que ahora mismo podría morirme y se notaría la diferencia, pero, vamos, que a mí me daría igual. "Qué suerte, tu muerte es relevante". No, veréis, es algo más complicado que eso. Es un "sé que hay gente por cuya vida he pasado y he escrito un pie de página, unas páginas, un par de capítulos o tres palabras, pero en cualquier momento pueden pasar a las palabras siguientes y no pasará nada". Y es comprensible. ¿Es que a vosotros no os pasa eso con todo el mundo? Que llegan a vuestras vidas, dejan sus miguitas de pan, las palomas se las comen y esas migas de pan desaparecen. Y vuelta a empezar. Solamente necesito encontrar motivos, motivos con los que nunca doy y estoy cansada de intentar cosas buscando sin encontrar esa motivación. Y no creo que vivir sea buscar una razón por la que vivir, sinceramente. No quiero que se me caiga la vida a trozos de la cara a los pies a cada segundo. Lo que quiero es pintar las siluetas de los cadáveres con tizas de c

A veces tocamos el violín con el pulmón derecho

A veces olvidamos que las personas son personas. Es decir, pensamos que nuestro profesor siempre está dando clase o que la chica que nos atiende en ese restaurante de comida rápida solo está ahí. Que no tienen una familia con la que volver a una casa, que no tienen a gente que les quiera y les diga "buenas noches". A veces tocamos el violín con el pulmón derecho y otras... otras solo nos gustaría bailar con el corazón.  Y nos sale mal porque no sabemos llevar bien el ritmo. Nos pisamos los pies mutuamente o solos. Nos movemos arrítmicamente y sin gracia, poseídos por la desidia y el control. A veces tienes que perder ese miedo, tienes que perder el control.  Pero ya sabes lo que pasará si lo haces, por eso te quedas quieto. Y callado. Y observas. Y empiezas a confundir descontrol con amor y con cosas que no entiendes.  Con amor. Cuántas tonterías. Si no sabes lo que es eso. Será que no has desayunado esta mañana. Seguro. Ve a ese restaurante de comida rá