A veces tocamos el violín con el pulmón derecho

A veces olvidamos que las personas son personas.
Es decir, pensamos que nuestro profesor siempre está dando clase o que la chica que nos atiende en ese restaurante de comida rápida solo está ahí. Que no tienen una familia con la que volver a una casa, que no tienen a gente que les quiera y les diga "buenas noches".

A veces tocamos el violín con el pulmón derecho y otras... otras solo nos gustaría bailar con el corazón. 
Y nos sale mal porque no sabemos llevar bien el ritmo. Nos pisamos los pies mutuamente o solos. Nos movemos arrítmicamente y sin gracia, poseídos por la desidia y el control.

A veces tienes que perder ese miedo, tienes que perder el control. 
Pero ya sabes lo que pasará si lo haces, por eso te quedas quieto. Y callado. Y observas. Y empiezas a confundir descontrol con amor y con cosas que no entiendes. 

Con amor. Cuántas tonterías. Si no sabes lo que es eso.
Será que no has desayunado esta mañana. Seguro.
Ve a ese restaurante de comida rápida y da las gracias y desea un buen día cuando te sirvan.


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