Solo sé que me partían las ramas
Algún día, prometí, cortaría todas esas hojas muertas que se me caían a los pies con cada paso que daba. Lo prometí. Algún día, me dije, me dije muchas cosas, pero se me olvidaron al instante. Te puedo asegurar que mis flores se están muriendo. Que no hay nadie que riegue mis esquinas, que solo se dedican a verme morir. La corteza se me abre aquí y allí, dejando ver todo lo que llevo dentro. Y no quiero. (Y no). Pero lo que más me duele son esas navajas que me clavan para tallar cosas como "Te quiero" y que luego el tiempo no tapa, que solo me muero más. Lo único que temo es que me arranquen de raíz. Hasta entonces son libres de hacer conmigo lo que quieran.