Mad World
A veces no somos más que un niño o una niña que parecen tontos por sacarle cosas bonitas a la vida. Como si en eso de crecer estuviera implícito ver la crueldad del mundo, como si de pequeños no experimentáramos esa crueldad. Me hace gracia cuando alguien habla de la infancia como si se tratara de un campo de rosas sin espinas y que siempre está en flor. Puedo decir de primera mano que un niño sí experimenta la crueldad, tanto desde un lado como desde el otro. Eso es lo triste de la vida, no lo de ahora. Es como si nos hubiésemos formado sobre lava y ahora fuéramos una montaña de roca dura y peligrosa que en cualquier momento puede volver a entrar en erupción. No sé, es que el mundo está muy loco y yo a veces también. Quizá solo soy una niña tonta que sabe sacarle cosas bonitas a la vida, aunque esta trate de esconderse en pozos muy oscuros y alejados de la gente. Quizá todo lo que acabo de contaros es mentira.