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Mostrando entradas de agosto, 2013

Mad World

A veces no somos más que un niño o una niña que parecen tontos por sacarle cosas bonitas a la vida. Como si en eso de crecer estuviera implícito ver la crueldad del mundo, como si de pequeños no experimentáramos esa crueldad. Me hace gracia cuando alguien habla de la infancia como si se tratara de un campo de rosas sin espinas y que siempre está en flor. Puedo decir de primera mano que un niño sí experimenta la crueldad, tanto desde un lado como desde el otro. Eso es lo triste de la vida, no lo de ahora. Es como si nos hubiésemos formado sobre lava y ahora fuéramos una montaña de roca dura y peligrosa que en cualquier momento puede volver a entrar en erupción. No sé, es que el mundo está muy loco y yo a veces también. Quizá solo soy una niña tonta que sabe sacarle cosas bonitas a la vida, aunque esta trate de esconderse en pozos muy oscuros y alejados de la gente. Quizá todo lo que acabo de contaros es mentira.

Aquí todos hablamos bajo el agua

Imagina un mundo en el que no se imagine. En el que todo lo que has vivido sea mentira y en el que no se pueda parpadear (qué dolor de ojos, por Dios). Imagina un mundo en el que todo es presente de indicativo, de color morado y cálido sin llegar al calor abrasador del que huye todo el mundo. Imagina un mundo en el que las pisadas de la gente tienen diferentes colores, el color de su alma (porque en este mundo existen las almas, ya te digo que si existen). Imagina un mundo en el que siempre sea otoño y primavera a la vez, en el que se camine por el cielo y se estornuden letras de canciones. Pero entonces recuerdas que la gente de ese mundo imaginario no puede imaginar y te invade una tristeza absoluta. Es un mundo oscuro y solitario. La gente no se quiere. Se engañan. Mienten. Matan. Comen. Rompen. Arañan. Desgarran. Asfixian

Es triste

Hablemos de cosas obvias, como de que el cielo es azul y de que tiene nubes. O no tiene. O sí, pero no se ven muy bien. O se ven muy bien y parecen de mentira, como si un niño las hubiera pintado y las hubiera puesto ahí. No sé, lo que parece mentira es que un día estaba yo en el coche de mis tíos con mi primo pequeño sentado al lado y él me dijo: —Vamos a jugar a descubrir formas en las nubes. —Vale —le respondí. Era algo que me recordaba a mi infancia, puesto que yo solía buscar figuras en aquellas esponjas de agua de color blanco cuando era más pequeña. Él no paraba de encontrar cosas y yo me quedaba en silencio, asustada. Me entraba el pánico porque no era capaz de ver nada, solo nubes. Menos mal que después de un rato sí pude vislumbrar algo. Es la misma clase de pánico que te entra al ver que no eres capaz de describir un lugar en el que has estado muchas veces o el aspecto de alguien a quien conoces desde hace tiempo. Dudas sobre el color de sus ojos o sobre su estatu

¿Qué es para ti la vida?

Un día me dio por preguntarle esto a mucha gente en Ask . Al ser una pregunta tan abierta, cada uno puede interpretarla como quiera y tiene más libertad para responder. Y tanta es la libertad que sienten algunas personas al escribir, que una de las respuestas con las que me topé fue la siguiente: "Imagina la nada. Un gran lienzo en blanco. Y en esa nada se comienzan a escuchar cosas, susurros, historias que van chocando contra la tela y la llenan de distintos colores, dibujos que narran esas historias. Las primeras frases de los libros que has leído hacen brotar escuelas de magia, posadas en los bosques y enanos danzarines; los créditos de las películas que has visto llenan la esquina izquierda con imágenes que se entrelazan entre sí; las fotos que has sacado vuelan llevadas por una brisa de palabras a través del lienzo. Y la música lo llena todo, la música de un verano olvidado, himnos de imperios, réquiems y órganos resonando por las montañas de papel que se han ido alzando

La vida

Podemos fundirnos bajo el sol junto a la nieve. Y podemos llorar dentro del mar gotas de agua amarga. Podemos ser estrellas en el cielo y reunirnos con Mufasa. Podemos morir de sed en un desierto de palabras. Gente solidaria carente de carencias. Tiempo medido en latidos, por qué no. Pasos. Golpes. Timbres. Hola. Cucarachas pisadas con un grito desgarrador previo al ataque. Ay. Ay. Aidalai.

Only with you the dead come to life

Nos interesa la gente viva porque la muerta ya no puede sentir. Y es por esto por lo que o bien nos obligamos a vivir, o bien permanecemos muertos en vida. O, ya siendo extremistas, somos necrófilos y no necesariamente con gente muerta de verdad.

Déjame en paz

Escribo entre susurros maquillados con los latidos de mi corazón. Escribo palabra por palabra porque sí, porque no y sin un porqué. Escribo siempre las mismas palabras en frases distintas y en momentos dispares. Quisimos ser personas y nos quedamos en el deseo. No por nada, es que somos vagos y ya está. A veces pienso en todo lo que ha escrito la gente y de verdad que os digo que no hay estanterías suficientes si pasamos todo a papel. Con tinta y todo. Y encuadernado. Con olor a papel, a libro nuevo. Con olor a fracaso de escritor mediocre que no ha tenido éxito en la vida y está trabajando de algo que no es lo suyo, que no le corresponde y con lo que no se identifica en absoluto. Qué triste, ¿no? En verdad nos da igual, para qué mentir. Os escribo esto mientras mi madre me amenaza. Literalmente. Que imagino que me estoy jugando mucho la vida, pero que esta situación no es ni medio normal. Mi vida no es ni medio normal. Os escribo esto para recordaros que todos pedimos

Contemos todos juntos hasta que el mundo se acabe

...Por favor.

Se me ha olvidado cómo respirar

Imagen
Me apetece mucho ser y no ser a la vez. De esto que quieres morirte, pero no. No sé, para mí es lo mismo de todos los días. Que no, que no me pasa nada. ¿Es ese el problema? De verdad que yo quería aburriros contándoos todo lo que hice en Galicia estos días pasados, pero me aburría hasta yo escribiendo sobre ello. Solo puedo decir que la experiencia ha sido maravillosa, que me ha alegrado un montón poder conocer en persona a cierta gente y volver a ver a una de mis mejores amigas. Que yo qué sé, que ha sido todo muy bonito y he hecho fotos y vídeos para que mi memoria no cause daño a esos recuerdos. Y que espero volver alguna vez, al igual que espero que mi amiga vuelva aquí, a mi casa. He estado en la casa de mis sueños, he hablado con un perro y he escuchado el mar. Un mar distinto al que ya conocía. Me he muerto y revivido varias veces, me han mirado mal, he cantado y me he reído. Mucho. He perdido cinco euros y he sido darcs. He ido a una feria medieval y me han to