Déjame en paz
Escribo entre susurros maquillados con los latidos de mi corazón.
Escribo palabra por palabra porque sí, porque no y sin un porqué.
Escribo siempre las mismas palabras en frases distintas y en momentos dispares.
Quisimos ser personas y nos quedamos en el deseo. No por nada, es que somos vagos y ya está.
A veces pienso en todo lo que ha escrito la gente y de verdad que os digo que no hay estanterías suficientes si pasamos todo a papel. Con tinta y todo. Y encuadernado. Con olor a papel, a libro nuevo. Con olor a fracaso de escritor mediocre que no ha tenido éxito en la vida y está trabajando de algo que no es lo suyo, que no le corresponde y con lo que no se identifica en absoluto. Qué triste, ¿no? En verdad nos da igual, para qué mentir.
Os escribo esto mientras mi madre me amenaza. Literalmente. Que imagino que me estoy jugando mucho la vida, pero que esta situación no es ni medio normal. Mi vida no es ni medio normal.
Os escribo esto para recordaros que todos pedimos socorro a gritos con la boca cerrada y la mirada tranquila.
Y nos da igual.
Y me da igual.
Comentarios
Publicar un comentario
¿Algo que quieras compartir?