Make a worse situation
Saqué las llaves de mi bolsillo y aquel tintineo diabólico golpeó la puerta mientras introducía una de ellas en la cerradura. Giré tres veces hacia la derecha, deseando que Lilian no hubiera echado una vuelta más. Nada más atravesar la entrada, se produjo un golpe sordo, acaparando toda mi atención. —¿Lil? ¿Eres tú? —pregunté avanzando por el pasillo, con las llaves dentro de mi puño cerrado, preparado para golpearle a alguien en la cara si hiciera falta— ¿Lil? ¿Estás bien? Nadie respondió y yo me estaba poniendo muy nerviosa. Anduve un poco más, con sigilo, latiéndome el corazón más rápido a cada paso que daba. Intenté que nadie me oyera respirar, que nadie notara mi presencia, pero al llegar al salón me di cuenta de que lo que tenía que haber hecho era correr. Correr, gritar, llorar. Y es lo que empecé a hacer de inmediato al hallar a Lilian, mi preciosa Lilian, mi Lil, inconsciente en el suelo. Tiré las llaves y me arrodillé junto a ella, cogiéndola entre mis brazos y dándo