Cuando tú me dices "te reviento la cabeza" yo pienso en un "te quiero"

En realidad esta entrada se iba a llamar Cuando tú me dices "te quiero" y yo pienso en morirme.
Alguien me dijo que no era buena idea.
Bueno, no fue eso exactamente lo que me dijo.
En realidad fue esto:

—Hale, pues ya no te digo más que te quiero. Para eso es mejor Cuando tú me dices "te reviento la cabeza" yo pienso en un "te quiero".
—No, no, ya estás entendiendo lo que no es. No quiere decir que porque tú me digas "te quiero" piense en morirme, sino que son dos acciones paralelas. Es como si digo Cuando como helado una araña teje su tela. No tiene nada que ver, son cosas diferentes. Otra cosa muy distinta habría sido que te hubiera dicho: Mientras tú me dices "te quiero" yo pienso en morirme.

La verdad, yo le veo el mismo significado, pero hay una infinidad de maneras distintas de interpretar el sentido de esa frase. Depende de lo que quieras entender.
Siempre se puede observar todo desde mil ángulos y vendrá otra persona que te mostrará el ángulo número mil uno. Y, como siempre, te encerrarás en ese primer ángulo que observaste al principio sin ver el resto de posibilidades, sin abrir tu mente hacia la del resto.
A mí, por el contrario, me gusta ver todas las alternativas que nos ofrece la vida, ponerme en el lugar de otras personas, evadirme de mí durante un tiempo indefinido, observar el cielo sin ver nada y reírme. Reírme sin parar.
Cuando deje de reírme mi mundo se habrá acabado.




Dibujemos sonrisas en los demás.

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