Overrated
Hay muchas cosas en esta vida que para muchos nos resultan más que normales y que para otros, sin embargo, están sobrevaloradas. Mejor dicho, están infravaloradas, pues no las valoran lo suficiente, quizá porque piensen que están sobrevaloradas.
Reír está sobrevalorado.
Saludar está sobrevalorado.
Ser educado está sobrevalorado.
Ser amable está sobrevalorado.
Tener pensamientos propios está sobrevalorado.
Discutir razonadamente está sobrevalorado.
No gritar está sobrevalorado.
Dar sin esperar a recibir está sobrevalorado.
Estar bien está sobrevalorado.
Ser humilde está sobrevalorado.
Ponerse en el lugar de alguien está sobrevalorado.
Admitir que nos hemos equivocado está sobrevalorado.
Sonreír está sobrevalorado.
El respeto está sobrevalorado.
Y, como estas, infinidad de cosas más. ¿Algo que de verdad esté sobrevalorado? La felicidad.
Todo el mundo desea alcanzarla de una forma desesperada y carente de sentido. ¿Qué esperan encontrar? ¿Llegar a la cima de una montaña altísima llena de obstáculos para llegar hasta ahí y que una vez lo hayan hecho suene un coro angelical y se queden a vivir allí para siempre sin tener que volver a bajar nunca más? La felicidad no es un estado de vida permanente, no es un logro de un juego que haya que desbloquear. La felicidad, como habréis oído mil veces, es ese conjunto formado por pequeñas cosas de tu día a día. Pensadlo, ¿alguna vez habéis pensado por qué estáis tristes si deberíais estar felices? Yo sí.
No sé, tengo muchas cosas que otros no tienen, he vivido situaciones que otros no (aunque son muchas más las que no he vivido, para qué mentir) y, sin embargo, no soy feliz. Hay momentos en los que supongo que lo soy y me quedo con eso. Hasta el que tendría que estar más feliz tiene derecho a sentirse vacío por dentro, tiene derecho a caer en la tristeza, aunque no esté bien. Cada uno tiene sus motivos, no vamos a juzgar si unos son más importantes que otros, para una persona sus motivos son "los motivos" y punto. Cada persona es un mundo, un pensamiento, o así debería ser. No acabemos con eso, pero tampoco acabemos con nosotros mismos.
Feliz día. Feliz.
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