Estado anímico: en ruinas

Las ruinas se han comido todo el fuego que las rodeaba, pero ahora solo queda eso: ruinas.
Y es que este sentimiento (al que todavía no le he puesto nombre, por cierto) solo puedo experimentarlo de madrugada, con una canción triste y bonita y en esos momentos de inestabilidad emocional que preceden a la autodestrucción por parte de mi cuerpo.

Yo me entiendo.

Lo que quiero decir es que a pesar de que sé que esto no es real (así quiero creerlo), cuando aparece, tengo que aferrarme a ello durante unos minutos porque la que quiere ser real soy yo. Porque quiero asegurarme de que sigo existiendo de una forma en la que ya no lo hago. Porque necesito seguir haciéndolo. Y a veces pienso que este es el único modo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El fuelle

¿Qué es para ti la vida?

El libro más increíble que he leído