Mi deadcrush eres tú

¿No os sentís superafortunados de vivir en esta época? Porque yo sí. Porque mucha época victoriana con esa estética tan erótica y tentadora en la que se traba el paraguas en las enaguas de una moza y te hace caer bajo un carruaje y acabar oliendo a estiércol. Mucho duelo entre caballeros y castigos en la plaza pública en la época medieval. Mucha caza de brujas. Mucho fumadero de opio. Mucha música disco. Mucho meterse una raya de coca sin saber sus consecuencias. Mucho morir de un resfriado. Mucho tener diecisiete hijos y que se te mueran quince. Mucha explotación infantil cuando eso ni siquiera existía. Mucha mina de carbón. Mucho ir a cazar un mamut. Mucho matar indios. Mucho casarte con tu hermano y gobernar medio mundo juntos. Mucho que nunca se ponga el sol en nuestro imperio. Mucha exterminación de los judíos. De los armenios. De los esclavos. De los animales. Plantas. Humanos. Mucha guerra civil. Mucho hijo de puta, aunque eso siempre. Pero nada como decir "sí, acepto tus cookies". Méteme los datos hasta el fondo de la corteza cerebral. Ahógame con tus actualizaciones interminables. Tus hackeos irresistibles. Venderle mi vida al diablo para poder disfrutar del nuevo videoclip de mi artista favorito. Ver a tías ofreciéndome sexo a cambio de ver un capítulo de una serie. La obsolescencia programada. Un chupito de streaming y un temazo de download. Tienes un virus. Cásate con mi módem. Tírate a mi smartphone. Mata a la desconexión. Kill. Kill. Kill.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El fuelle

El libro más increíble que he leído

Escribiendo sobre escribir (una vez más)