Esta carta es para ti...

Sí, tú.
Sí, el que está leyendo esto...
Seguramente, si me conoces y has hablado conmigo un par de veces, te habrás dado cuenta de lo idiota que soy o que puedo llegar a ser.
Por más que pida mil perdones volveré a comportarme así de mal contigo
a pesar de todas las cosas que has hecho por mí o que harás.
No puedo evitarlo.
Soy así de estúpida.
Antes cuando estaba mal no lo pagaba con los demás.
Ahora sí, no sé cuando empezó ese momento de mi vida y, lo peor de todo, no sé ni por qué.
Y ya no puedo ponerle fin.
Soy demasiado... borde con la gente a veces.
Me tomo las cosas demasiado en serio, cosas que al resto le dan igual y para mí son importantes, quizá sea por eso... quizá sea por el hecho de que siempre me preocupo por los demás, o mejor dicho, por el bienestar de los demás y ahora yo les estoy negando ese bienestar.
Tantas veces he pensado en desaparecer y no dejar rastro...
Pero, conociéndome y hablando poéticamente, moriría de pena.
Me conozco lo suficiente para saber que, por desgracia, necesito de los demás para vivir... y de una forma exagerada.
Quizá no soy tan generosa como pensaba, quizá solo soy una niña caprichosa y egoísta.
Bipolar me llaman algunos, y quizá razón no les falta, pero tampoco se trata de eso.
Simplemente hay veces que maquillo el malestar con una sonrisa o que simplemente parece que estoy bien..
No me gusta mostrar ante la gente mi estado de ánimo y, además, yo no puedo vivir sin reírme... aunque reírse no siempre expresa alegría...
Quizá he hallado el fin de mi camino, un camino interminable que no lleva a ningún sitio, que no tiene lugar al que ir... ¿Debería seguir andando por ese camino...?
Esa es la pregunta que me hago al menos una vez al día... al menos una.
Solo hago daño, destruyo todo lo que se acerca a mí y acabo con la amistad de una manera letal y mortífera, lo que me mata a su vez... Cavo mi propia tumba.
La peor pregunta de todas es... "¿por qué?".
Mejor dicho, lo peor es no conseguir hallar respuesta a esa pregunta... y el hecho de seguir haciendo más hondo ese agujero una y otra vez...
"¿Estás enfadado conmigo?"
La respuesta siempre es: "No, no podría enfadarme nunca contigo".
"¿Por qué?"
"Porque es imposible".
¿Es imposible? Yo te veo enfadado. Yo te veo mal por mi culpa y eso me mata.
Si intento arreglarlo, la mayoría de las veces acabo por fastidiarlo todo aún más, no sé cómo me las arreglo, pero es así.
Siempre me dicen que estoy a la defensiva.
Es posible, soy así.

Y me odio por ello.


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