Huye hasta morir
Huir es no acercarse a los problemas. No tocar el fuego porque quema, no, sino mantenerse muy, muy lejos de donde está el fuego, no sea que pase algo. Ni siquiera quieres mirar hacia donde está el fuego porque en cuanto lo ves, sabes que existe y, por tanto, no puedes obviar su presencia. Y tú no quieres saber nada del fuego. Porque a lo mejor te hacen ir hasta él ahora que ya sabes que está ahí. Y que has dicho que tú no quieres, joder, ¿es que la gente no escucha? Pero entonces llega un momento en el que aparece alguien (o "alguienes") que te enseña que el fuego, aparte de quemar, también sirve para dar calor. Que el fuego también puede ser agradable.
Todos huimos del fuego alguna vez. Yo le tengo mucho miedo al fuego, pero puedo mirarlo, acercarme y calentarme con él. Y más si alguien me acompaña.
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