Me arrancaste una costilla y no al revés
A veces, te siento bajo la piel como una aguja en un análisis de sangre, y me tengo que tumbar porque me mareo. Me pasa, sobre todo, cuando alguna canción me transporta a tus pulmones y a la guerra que había dentro de ellos. No sé cómo describirte la sensación de pánico que experimento cada vez que veo a alguien de espaldas que se parece a ti, ni el alivio que siento cada vez que compruebo que no eres tú. No sé cómo contarte que huyo de desconocidos porque llevan tu nombre. No sé cómo decirte que se me para el corazón cada vez que algo me recuerda a ti. Solo sé que cuando nos separamos, dejé parte de mí contigo (tanto que ya no sé quién soy).
Comentarios
Publicar un comentario
¿Algo que quieras compartir?