No me gustan los cementerios

Hoy, bueno, ya ayer, día 14, fue mi cumpleaños y también el aniversario de la muerte de mi bisabuela. Apenas me acuerdo de ella, ya que falleció cuando yo tenía 3 años. Sólo recuerdo el día de cuando me dijeron que había muerto. Yo estaba en el pueblo de mi padre, que está en Cáceres, con mis abuelos y mis padres paseando por el parque de noche, creo, no me hagáis mucho caso, era muy pequeña. Y entonces nos quedamos mi abuela y yo solas y me dijo: "Hija, la abuela ha muerto" o algo así. Yo me puse a llorar, eso sí lo sé. Me entristeció mucho la noticia y eso que apenas la conocí. Hoy fui a comer a casa de mis abuelos para que me felicitasen y eso, y luego mi padre iba a llevar a mi abuela al cementerio. Yo no sabía la razón exacta, pero sabía que tenía que ver o con mi bisabuela o con mi bisabuelo. Luego descubrí que el día de mi cumpleaños se murió mi bisabuela, qué agradable. 

Después de eso, mi padre tenía que ir al Alcampo y yo necesitaba ir, así que tuve que ir al cementerio primero para poder ir después al Alcampo. Como bien dice el título de la entrada, no me gustan los cementerios. Ni de día ni de noche. Yo creo en los espíritus y les tengo mucho respeto, pero no me agrada ver tumbas de gente, que, en ocasiones, son niños. Me da muy mal rollo y me pone triste. Aun así yo recé una oración para mi bisabuela y, de paso, visitamos la tumba de mi bisabuelo, al que le dediqué unas palabras también. Después de eso me quedé como bastante seria. Siento mucho respeto hacia los muertos y me afectó un poco, no se por qué.