'Cause life starts now
A veces pienso que debería escribir más sobre mi vida aquí, sobre hechos y no tanto sentimiento nulo y vacío y desesperado. Bueno, "deber" no es el verbo, no le debo nada a nadie. Es más, siempre he dado mucho más, los que están "endeudados" son el resto conmigo, pero yo no le pido nada a nadie ni quiero que se me devuelva nada. Por eso mismo, se agradece que la gente no me exija nada. En el momento en el que eso ocurre, cuando me exigen algo, paso de la gente. Repito: no le debo nada a nadie, y menos a gente que no se lo merece. Y dicho esto, procedo a escribir algo sobre mi vida, algo que quería haber escrito hace tiempo, desde que empecé la universidad. Pero bueno, por aquel entonces no hubiera podido escribir como lo hago ahora porque no me habían pasado ni la mitad de cosas.
Empezar la universidad para mí ha significado empezar de cero y se agradece. Se agradece mucho, lo necesitaba de una forma desesperada, necesitaba tirar a la basura las pelusas que previamente había barrido bajo la alfombra, tantas veces que ya no cabían más. Es agradable a la par que aterrador (al menos para mí) llegar a un sitio en el que no conoces a nadie y que los pocos que conoces no van contigo y apenas los ves. Yo quería eso exactamente, dejar todo atrás, ser libre, conocer gente nueva, reciclar mis relaciones (todo esto me resulta gracioso porque yo pensaba que había cumplido mi cupo de conocer a gente nueva hacía tiempo). Y no por ello olvidarme de toda la gente que había conocido antes, pero sabía que la mayoría iban a desaparecer y no me entristezco por ello, la verdad. Bueno, siendo realista, sí, por algunos sí que me he puesto algo triste, pero porque ha desaparecido mucha más gente de mi vida de la que tenía que desaparecer. No obstante (siempre que uso "no obstante" me acuerdo de Severus Snape, de Harry Potter), el tiempo lo cura todo. Y no, no es una mentira. Y más para alguien como yo, con memoria de pez. Siempre me digo a mí misma que he de quedarme con los momentos bonitos, esos que me han hecho sonreír, y me pongo a pensar en ellos y a sonreír como una idiota. Luego viene la tristeza, la tristeza al ver cómo todo se ha ido al garete, cómo todo lo que existía ha desaparecido, se ha transformado o evaporado; la tristeza al ver lo mal que me trataron cuando no me lo merecía (ojo, eso no quita que yo tratara mal a la gente, no me quito culpabilidad); la tristeza de saber que todo eso no va a volver a pasar nunca más, y el deseo de que no vuelva a pasar, aunque suene contradictorio. Explico esto último... Veamos... Sí, me causa tristeza saber que algo no va a volver a ocurrir, por ejemplo, que un amigo que perdí vuelva a mi vida. Sé que no va a ocurrir, pero a la vez deseo que no ocurra porque va a volver a pasar lo mismo. Habrá gente que piense "o no, eso nunca se sabe". Yo lo sé porque ya ha ocurrido muchas veces, así que tranquilos, no me deis mensajes vacíos de consolación, no os los pido, pero se agradecen igualmente.
Quisiera añadir, por último, que me he dado cuenta de que suelo escribir refiriéndome a vosotros, lectores, como si alguien fuera a leer esto, qué cosas... El caso es que yo no escribo para que me lean, escribo porque quiero, a veces para desahogarme, a veces porque sí, pero escribo. Yo decido el cuándo, el porqué. Yo decido. Bienvenidos a mi vida.
Comentarios
Publicar un comentario
¿Algo que quieras compartir?