Cuando yo era pequeña...
Si llegara a tener descendencia, me gustaría llegar a ser abuela. Sí, una abuela de esas que cuentan historias, anécdotas de tiempos pasados, tal y como ha hecho y hace la mía conmigo. Bueno, por suerte yo tengo a mis cuatro abuelos con vida aún, pero me refería a mi abuela materna. La paterna también me ha contado muchas cosas, pero tampoco demasiadas referentes a su infancia o algo así, pero bueno, son abuelas. Seguramente, si leo esta entrada en el futuro me sacará llantos y sonrisas a partes iguales, pero, en fin, ahora esto es el presente y tengo que terminarla, ya tengo demasiadas entradas inacabadas guardadas en borradores esperando con carita de pena que las escriba algún día.
Quizá dentro de esos (miles de) años que tienen que pasar para que yo tenga descendencia y, más aún, para que yo tenga nietos, ya han desaparecido cosas que nombre, pero no importa.
Solo quería deciros que cuando yo era pequeña...
No había TDT; ni móviles táctiles; ni eso que conecta a todo el mundo, sí, hombre, eso llamado "Twitter"; no había crisis, ni euros, sí había trabajo; no había fin del mundo; no había tanto moderno, tantos piercings, tantos pelos teñidos; había pesetas y gente que saludaba e iba sin prisa, ahora lo queremos todo ya (bueno, si puede ser, unas horas antes de ya). No había tanto calor en invierno ni tanta calcinación en verano. Mis padres estaban casados y yo tenía una perra. Una perra preciosa, era una "chucha". Cuando yo era pequeña vivía en otra casa, en un piso más bien pequeño, pero nunca tuve que compartir habitación con mi hermano, él tenía la suya propia (la que anteriormente había sido mía). Cuando yo era pequeña jugaba a Los Sims y estaba viciada a la tele, y no a redes sociales de mierda, tratando de hablar con gente que solo se dedica a ignorarme. Pero he de decir que, si no fuera por toda la gente que he conocido, no sería como soy.
También he conocido a gente realmente maravillosa, no todo son desgracias. Y, bueno, siempre nos quejamos de la distancia. En principio pensaba excluirme, pero es verdad que yo también me he quejado a veces, simplemente no le doy tanta importancia como otras personas. ¿De qué sirve torturarse todos los días pensando en ello? Es más, si es viviendo en la misma comunidad autónoma y me veo con la gente de pascuas a ramos, pero ése es otro tema. Lo que quiero decir es que cuando yo era pequeña bebía con pajita y llevaba un parche en el ojo. Ah, y aparato. Y gafas. Y el pelo corto. Lo tenía todo. Cuando era pequeña me creía medio hada y medio bruja y tramaba fugarme del colegio con mis amigas. Amigas que no he vuelto a ver en la vida porque me cambié de colegio. Cuando era pequeña fui una vez a un musical en forma de patinaje sobre hielo de La Bella y la Bestia. Y, bueno, el petróleo no estaba tan en las últimas. Y jugaba a juegos de mesa, sobre todo a El Palé y a Hotel.
Cuando yo era pequeña era todo distinto.
Comentarios
Publicar un comentario
¿Algo que quieras compartir?