Absence
Cómo detesto el ruido que no haces.
Y las cosas que no dices.
Cómo detesto que te hayas atrevido a no atreverte.
A no dejarte ver.
Cómo mata la muerte.
Y, lamentablemente, cómo no vive la vida.
Mientras, el piano suena.
Ah, no, sólo era una llamada entrante en un teléfono móvil.
Ajeno. Porque mío no.
De todos modos, esta lógica absurda de la nada ya es un tema muy manido.
Este absurdo lógico sin sentido nos teme más que nosotros a él.
Fingimos que nos da miedo el futuro.
Ponemos como incierto lo que sabemos con seguridad.
Aplastamos esperanzas con nuestras propias manos.
A sabiendas de que lo hacemos.
Nada nuevo.
Nada.
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