Pero nadie quiere
Las manos se me posan sobre el teclado tantas veces al día... Y ninguna es para escribir. Para lo que yo llamo "escribir". Y me apena. Me apena mucho porque lo necesito. Se posan como esos pajarillos que me cantan en la ventana y me hacen odiar, pero quedarme fascinada a la vez.
"Ya no escribo nada", pienso. Luego me fijo en los días en los que he escrito y no parece que haya pasado tanto tiempo, pero para mí es la eternidad hecha letras, para mí es un corazón que no llora y unas manos que no escupen.
Y lo de dentro se acumula como se acumulan las tareas. Como se acumula todo. Todo. Todo. Todo lucha por salir y nadie quiere todo, todo es mucho. Todo está triste. Yo estoy triste.
¿Yo estoy triste?
¿Yo estoy triste?
Nadie sabe nunca nada, pero podríais saber tanto si quisierais.
Me podríais conocer tanto si quisierais.
Me podríais conocer tanto si quisierais.
Comentarios
Publicar un comentario
¿Algo que quieras compartir?