#1 Nubes
Jamás pensé que seguirías aquí después de lo que me dijiste. Que tu madre se había tragado un botón y tuviste que llevarla a urgencias para que le realizaran una faringoscopia porque estaba convencida de que todavía tenía un trozo dentro. No llegué a preguntarte qué había pasado con aquello, pero tampoco sé si quería saberlo. Creo que no. Lo importante es que estás aquí.
Miro tu mano y veo las venas un poco mas gruesas en la parte del dorso que queda más cerca de la muñeca. Me pregunto si todos los glóbulos rojos que recorren tus manos cada día son conscientes de que pasan por ahí. Si son conscientes de la suavidad de las yemas de tus dedos y del vello dorado que cubre tu piel.
Te miro a los ojos y solo veo nubes grises. No me queda claro si la tormenta se acerca o se aleja, pero yo no pienso huir. Te abrazo como si alguien fuera a venir al segundo siguiente para llevarte lejos de mí, como cuando un niño, en su primer día de colegio, se agarra fuerte a la pierna de su madre o de su padre porque no quiere entrar en clase. No quiero que desaparezcas. Porque jamás pensé que seguirías aquí después de lo que me dijiste, pero sigues. Y yo, contigo.
Miro tu mano y veo las venas un poco mas gruesas en la parte del dorso que queda más cerca de la muñeca. Me pregunto si todos los glóbulos rojos que recorren tus manos cada día son conscientes de que pasan por ahí. Si son conscientes de la suavidad de las yemas de tus dedos y del vello dorado que cubre tu piel.
Te miro a los ojos y solo veo nubes grises. No me queda claro si la tormenta se acerca o se aleja, pero yo no pienso huir. Te abrazo como si alguien fuera a venir al segundo siguiente para llevarte lejos de mí, como cuando un niño, en su primer día de colegio, se agarra fuerte a la pierna de su madre o de su padre porque no quiere entrar en clase. No quiero que desaparezcas. Porque jamás pensé que seguirías aquí después de lo que me dijiste, pero sigues. Y yo, contigo.
Comentarios
Publicar un comentario
¿Algo que quieras compartir?